Hola a todos,
Vamos a ver si decimos las cosas con propiedad.
Yo trabajo en el aeropuerto de Barcelona y aparte de lo que explica Alberto en la carta abierta y que agradezco porque siempre es bueno conocer la verdad de las cosas y si es con papeles o pruebas mejor, porque de boquilla todos cuentan maravillas que al final resultan ser mentiras como pinos.
El caso es que Alberto que por cierto conozco de vista y le he saludado alguna vez en la cantina, era hasta hace un año representante sindical, vaya que estaba en el comité de centro y al parecer haciendo un buen trabajo.
Pues resulta que los mismos de su sindicato se empeñaron en fulminarlo y no han parado hasta que lo han conseguido, en las elecciones que se repitieron a principios de mayo ya no estaba en las listas. Y todo esto está directamente relacionado con los dos expedientes que lleva, vaya que estaban empeñados en ponerle de patitas en la calle. Tendrán la conciencia muy tranquila los de ese sindicato, vaya, para fiarse de ellos.
A una se le ponen los pelos de punta, a pesar de darle al secador con esmero, de ver que intentan echar a alguien a la calle y más cuando se entera que resulta ser que el mismo sindicato ya intentó que pusieran en la calle hace unos años al anterior máximo responsable. Y por lo que me han contado ya en varias ocasiones, esto parece que es norma habitual porque ya ha sucedido en Alicante, Madrid y Andalucía. Vaya que han convertido un sindicato en lo más parecido a una empresa; uno que manda y los demás a obedecer a pies juntillas sino a la calle, eso sí, el día de las elecciones te piden que vayas a votar como corderito y hasta te van a buscar a casa si hace falta. Esto es lo mas parecido a la mafia rusa que otra cosa.
En resumen, me alegro por Alberto que le fuera todo bien y también coincido con eso de que el tiempo pone a cada cual en su sitio, por ahora ese sindicato ya ha perdido dos o tres delegados porque los trabajadores, que somos los que votamos, no somos tontos.
Un beso a todos y seguid ayudando e informando a la gente.